Parma

Parma es una ciudad llena de gracias, en dónde se puede respirar una atmosfera elegante como si fuera una pequeña capital. Su centro histórico, rico de obras maestras, amplias areas verdes, pequeños y grandes tesoros de diferente épocas, acoge turistas y ciudadanos.
Todavía Parma no consiste sólo en la ciudad, sus monumentos, su tradición musical y cultural; sino Parma es también su provincia, su territorio, los infinitos recursos que la enmarcan: un paisaje natural y variado que se extiende entre el río Po y la cresta de los Appenines, con muchos pequeños pueblos ricos de história, vitalidad, castillos, teatros e iglesias románicas.
Verdaderas obras maestras de arquitectura son el Castillo “dei Rossi” en San secondo, el Palacio “Reggia di Colorno” con sus amplios jardines, el castillo de Fontanellato, la forteza “Meli Lupi” en Soragna y el monasterio cisterciense de Fontevivo.
El Ducado de Parma y Plasencia atraviesa más de 300 años de historia, pero sus fortezas y castillos conservan memorias mucho más antiguas.
Los maravillosos paisajes, la naturaleza incontaminada, el aire limpio y puro y los testigos históricos permiten experiencias encantadoras.
No se puede disfrutar solamente el relajamiento absoluto en la estupenda atmosfera de los Appenines, sino rutas en bicicletas de montaña, paseos en caballo, excusiones a pie para descubrir los barrios y los monumentos más antiguos o para conquistar las cumbres más altas.
Cultura, arte y ambiente, juntos con grandes tradiciones gastronómicas y vinícolas, costituyen la esencia de esta tierra situada entre los Appenines y el río Po, a sólo una hora de Milán en coche y media hora de vuelo de Roma.